lunes, 25 de octubre de 2010

Susan Boyle revela que la fe católica de su madre la salvó del aborto.


LONDRES, 25 Oct. 10 / 12:39 am (ACI)

En su nueva autobiografía, la cantante Susan Boyle reveló que está viva gracias a la fe católica de su madre, quien se negó a someterse a un aborto cuando los médicos le dijeron que su hija podía nacer con serias complicaciones físicas.

Según recoge ReligionenLibertad.com, en el libro "The Woman I Was Born To Be" Boyle sostiene que los médicos recomendaron abortar "a su madre Bridget Boyle, que tenía otros ocho hijos, porque temían que hubiese complicaciones físicas (…) Su madre rechazó el consejo como ‘impensable’ dado que ella era ‘una católica devota’".

"Susan Boyle nació de emergencia por cesárea. Los médicos no felicitaron a Bridget con un ‘felicidades, tiene usted una bebé preciosa’, sino que, explica la biografía, asumieron una actitud desdeñosa hacia la pequeña Susan, sospechando que podría haber daño cerebral debido a una falta de oxígeno", indica el libro.

A Bridget Boyle le sugirieron aceptar "que la niña no alcanzará mucho en la vida".

"Estoy segura que ellos tenían la mejores intenciones, pero no creo que debieron decirle eso, porque nadie puede predecir el futuro. Lo que ellos no sabían era que yo soy un poco luchadora, y toda mi vida he estado intentando probarles que estaban equivocados", afirma Susan en el libro.

A los 49 años de edad, Susan Boyle se convirtió en fuente de inspiración para millones de personas en todo el mundo cuando en abril de 2009 ganó el concurso "Britain´s Got Talent". Hace poco cantó ante el Papa Benedicto XVI en Glasgow. Su primer álbum vendió nueve millones de copias en seis semanas y fue el más vendido del año en Gran Bretaña.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Homero Simpson es católico.

LOS ANGELES (Reuters) - "The Simpsons" acaban de recibir una bendición desde El Vaticano.

El diario oficial del Vaticano declaró que el amante de la cerveza y las rosquillas Homero Simpson y su hijo Bart son católicos, y también que los padres no deberían tener miedo de dejar que sus hijos vean "las aventuras de los pequeños tipos de color amarillo".

"Pocas personas lo saben, y él hace todo por ocultarlo. Pero es verdad: Homero J. Simpson es católico", dijo el diario Osservatore Romano el domingo en un artículo titulado "Homero y Bart son católicos".

El diario citó un estudio de un sacerdote jesuita sobre un episodio del 2005 del show llamado "The Father, the Son and the Holy Guest Star".

Ese estudio concluyó que "The Simpsons" se encuentra "entre los pocos programas de televisión para niños en los que la fe cristiana, la religión y preguntas sobre Dios son temas recurrentes".

La familia estadounidense de clase media que da nombre a la serie animada ora antes de comer y "a su propia manera, cree en el más allá" concluyó el estudio del jesuita, según una cita difundida por el diario.

Esta es la segunda vez en la que el programa, que se emite en 90 países, ha sido alabado por el Vaticano.

En diciembre del 2009, el Osservatore Romano describió al show como "tierno e irreverente, escándaloso e irónico, bullicioso y profundo, filosófico y a veces incluso teológico, una síntesis alocada de cultura popular y de la tibia y nihilista clase media estadounidense".

"The Simpsons", que introdujo la frase "D'oh", es la serie estadounidense que ha estado por más tiempo en el aire en horario de mayor sintonía, y actualmente se emite su temporada número 22.

(Reporte de Jill Serjeant; Editado en español por Carlos Aliaga)

miércoles, 13 de octubre de 2010

La búsqueda de Dios (cuarta parte)

4. Ansiedad de Dios


Felizmente, el alma humana no puede vivir sin Dios. Espontáneamente lo busca, como el heliotropo busca el sol, y aun en manifestaciones objetivamente desviadas. En el hambre y sed de justicia que devora muchos espíritus, en el deseo de grandeza, en el espíritu de fraternidad universal, está latente el deseo de Dios. La Iglesia Católica desde su origen, más aún, desde su precursor, el Pueblo prometido, no es sino la afirmación nítida, resuelta, de su creencia en Dios. Por confesarlo, murieron muchos en el Antiguo Testamento; por ser fiel al mensaje de su Padre, murió Jesús, y después de Él, por confesar un Dios Uno y Trino, cuyo Hijo ha habitado entre nosotros, han muerto millones de mártires. Desde Esteban y los que como antorchas iluminaban los jardines de Nerón, hasta los que en nuestros días en Rusia, en Checoslovaquia, en Yugoslavia; ayer en Japón, en España y en Méjico, han dado su sangre por Él. A otros no se les ha pedido este testimonio supremo, pero en su vida de cada día lo afirman valientemente. Religiosos que abandonan el mundo para consagrarse a la oración: en Estados Unidos hay trece conventos Trapenses que no hacen sino trabajar silenciosamente para no perder de vista la presencia de Dios; religiosas como las que ha fundado el Padre Voillaume, que unen su vida de obreras en la fábrica a una profunda vida contemplativa.

Hay también universitarios, como los he podido ver en Francia y en España, en Inglaterra y en Bélgica, animados de un serio espíritu de oración, y para quienes su estudio es un deseo de glorificar al Creador.

Hay obreros como los de la J.O.C., que son ya más de un millón en el mundo, campesinos, para los cuales la plegaria parece algo connatural; y junto a ellos, sabios, sabios que se precian de su calidad de cristianos: hombres como Carrel, Lecomte de Noui; literatos como Claudel, Gabriela Mistral, Papini, Graham Greene, ¡y para qué seguir esta numeración! En medio de un mundo en delicuescencia, hay grupos selectos de almas escogidas que buscan a Dios con toda su alma y cuya voluntad es el supremo anhelo de sus vidas.

Hasta fuera de la Iglesia, en movimientos como el iniciado por el Mahatma Gandhi en la India, por el Rearme Moral en Ginebra, por el Oxford Movement en Inglaterra, ponen en primer lugar la idea de Dios.